viernes, 21 de marzo de 2014

Actividades 0-1 mes. CUERPO.

LEVANTAR LA CABEZA
Cada día poned al bebé boca abajo durante un rato, para que se acostumbre a esta posición. Para que esté más cómodo, podéis levantarle el pecho con una almohada o una toalla enrollada en forma de rodillo. Aseguraos de que los brazos le quedan por delante.

Mostradle algo que le llame la atención, como un juguete de colores vivos y contrastados o bien un objeto que haga ruido. Poned el objeto bien centrado a unos 25-30 cm de sus ojos.

A continuación, id levantando el juguete muy despacio para que el niño o la niña lo siga con la vista y estire la musculatura del cuello para levantar más la cabeza.

Reforzad positivamente su esfuerzo por llevar a cabo la acción: ¡Muy bien! y, recompensadle poníendole el objeto en las manos.

MOVERSE LIBREMENTE
Cuanto más amplia sea la zona de movimiento que ofrecemos al bebé cuando está despierto, más se moverá. Es importante, pues, aprovechar los ratos de después del cambio de pañales o del baño para dejarlo unos minutos sobre una superfície amplia, limpia, caliente y suave con plena libertad de movimientos y bajo la supervisión atenta de algún adulto.

Los movimientos libres y espontáneos de los niños intensifican muchas funciones corporales, como la circulación de la sangre, la respiración y la digestión.

LEVANTAR LOS BRAZOS
Estimular el movimiento de los brazos del niño o la niña es sencillo, porque cuando entramos en contacto con él o ella comunicándonos a través de las miradas y las sonrisas, su manera de responder y de hacernos saber que está contento o contenta, o excitado o excitada, es a través del movimiento y de la agitación de sus brazos.

Así pues, colocadlo delante de vosotros, acariciadle el pecho, la barriga y los brazos, pero sobre todo miradlo con intensidad y sentimiento; como respuesta levantará y moverá los brazos.

PASAR MANGAS
También podéis aprovechar el momento de vestir y desvestir al bebé para estimular la flexión y la
extensión de los brazos. Pasar los brazos del niño o la niña por las mangas de los jerséis o camisetas no es una tarea sencilla, pero se puede convertir en un ejercicio motor muy interesante. Se debe proceder con cuidado. Los movimientos no deben ser bruscos y hay que ir explicándole lo que vamos haciendo. El bebé percibirá enseguida si estamos haciendo una tarea rutinaria o nos dedicamos a él sin prisas y con la finalidad de estimularlo.

ABRIR EL PUÑO
La ejercitación en el aflojamiento del puño es muy importante, ya que los niños y niñas sólo pueden coger objetos con la mano abierta, por lo tanto, este reflejo involuntario se transformará en el futuro en la capacidad de coger las cosas de manera voluntaria.

1. Acariciaremos el dorso de la mano del bebé
2. Abrirá ligeramente la mano. Aprovecharemos para tocarle la palma
3. Inmediatamente cerrará la mano. Habrá ejercitado el movimiento de abrir y cerrar el puño

ACARICIAR LA PALMA
Intentaremos que mantenga un ratito la palma de la mano abierta gracias a nuestra asistencia.
1. Volveremos a hacer una presión suave en el dorso de la mano del niño o la niña para que vuelva a abrirla ligeramente.
2. Estiraremos los dedos separando el pulgar con mucho cuidado.
3. Mantendremos la mano abierta y le acariciaremos la palma.

BOCADILLO DE MANOS
En este ejercicio, a parte de obtener una sensación muy placentera a través del contacto con las manos del adulto, consigue tener la mano abierta un buen rato. Esta habilidad prepara sus manos para la futura prensión voluntaria.


1. Abriremos con cuidado la palma de la mano del bebé
2. Pondremos su palma sobre la palma de una de nuestras manos
3. Con la otra mano presionaremos ligeramente la mano del bebé sobre la nuestra como si hiciéramos un bocadillo.



COGERLE EL DEDO
Cuando cierre la mano, abriremos su puño y colocaremos, durante unos segundos, entre sus dedos,
uno de los nuestros. Por reflejo innato de presión lo presionará al sentir el contacto. Iremos introduciendo cada uno de nuestros dedos, por orden y uno a uno, empezando por el meñique y continuando con los otros hasta el pulgar. El propósito no es que coja un dedo por un tiempo indefinido, sino que abra y cierre el puño cada vez que le ofrecemos uno más.

ESTIRAR LAS PIERNAS
Con el niño o la niña tumbados boca abajo, estiraremos suavemente y con mucho cuidado algunas de sus articulaciones. Como la fuerza del bebé se desarrolla de la cabeza a los pies, seguiremos la siguiente secuencia:
- Estirar las caderas
- Estirar las rodillas
- Estirar las piernas
- Estirar los tobillos

Luego seguiremos el juego con el bebé tumbado boca arriba. Sostendremos con una de nuestras manos una pierna del niño por el tobillo, de forma que quede lo más estirada posible. Entonces, haremos deslizar la palma de nuestra otra mano desde las caderas hasta el tobillo.

Cuando nuestra mano llegue a su pie, la dejaremos sujetándole el tobillo mientras utilizamos la otra para repetir la operación. Iremos alternando una mano y la otra hasta que hayamos bajado tres veces con cada una. Después, haremos el mismo ejercicio con la otra pierna.

MOVER EL BARQUITO
En este juego simularemos que somos una barquita que navega acunándolo suavemente de derecha a izquierda. Cruzaremos las piernas y nos sentaremos al bebé encima, de espaldas a nosotros. Balancearemos las piernas hacia un lado y hacia el otro y él se irá desplazando con nuestro movimiento.

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